En los últimos años, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha consolidado la transición hacia la fiscalización digital, donde las revisiones electrónicas han ganado protagonismo como el mecanismo más utilizado para verificar el cumplimiento tributario de los contribuyentes. Este modelo, basado en el análisis automatizado de CFDI, declaraciones y documentación electrónica, permite a la autoridad detectar irregularidades en menor tiempo y con mayor alcance que las auditorías tradicionales.
Marco legal que respalda las revisiones electrónicas
Objetivos principales de la automatización en fiscalización
Elementos que suelen validarse en una revisión automatizada
Documentación digital requerida por el SAT
Validación de CFDI y sus complementos
Revisión de declaraciones fiscales previas
Beneficios de la automatización para el SAT
Retos para las empresas en este proceso
Recomendaciones para estar preparados
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De acuerdo con el Código Fiscal de la Federación (CFF), artículo 42, fracción IX, las autoridades fiscales cuentan con la facultad de llevar a cabo revisiones electrónicas mediante el uso de herramientas tecnológicas para validar la información digital presentada por los contribuyente.
Esta tendencia se refuerza con la Resolución Miscelánea Fiscal 2025 (RMF 2025), que incorpora reglas específicas para el uso de expedientes electrónicos, notificaciones digitales y conciliación de CFDI, confirmando que las PyMEs y los despachos contables enfrentan un entorno de fiscalización cada vez más automatizado.
El fundamento principal de la fiscalización electrónica se encuentra en el CFF, donde el artículo 42 establece las facultades de comprobación de la autoridad, incluyendo las revisiones electrónicas. En particular, la fracción IX detalla que éstas se realizan con base en la información digitalizada, sin necesidad de visitas físicas.
Asimismo, el artículo 53-B del CFF regula el procedimiento, indicando que se notifica al contribuyente vía buzón tributario, se le otorgan plazos para aportar pruebas y, en caso de irregularidades, puede proponerse una autocorrección.
La RMF 2025, en su Título 2, incorpora reglas específicas sobre validación de CFDI, plazos de respuesta y procedimientos digitales, consolidando un marco que otorga certeza tanto al SAT como a los contribuyentes.
La automatización de las revisiones electrónicas responde a tres grandes objetivos:
El CFF respalda esta tendencia al establecer que la información digital enviada al SAT tiene el mismo valor probatorio que los documentos físicos.
Durante una revisión electrónica automatizada, el SAT valida aspectos clave de la información contable y fiscal:
Por ejemplo, la LISR establece en su artículo 27, fracción III, que para que un gasto sea deducible debe estar amparado con CFDI válidos.
En un proceso automatizado, el SAT exige que los contribuyentes tengan listos los siguientes elementos digitales:
El CFF, en su artículo 28, obliga a los contribuyentes a llevar la contabilidad de forma electrónica y enviarla a través de la plataforma del SAT.
Uno de los puntos más críticos de la revisión automatizada es la validación de CFDI. El SAT analiza:
Un CFDI con errores en su timbrado puede ser considerado no deducible ni acreditable, con las consecuencias fiscales que ello implica.
La automatización permite al SAT comparar en segundos la información de declaraciones mensuales y anuales contra los CFDI registrados.
El CFF, artículo 32-A, establece la obligación de presentar declaraciones informativas, las cuales son insumo directo de estas validaciones.
El SAT obtiene beneficios directos con la automatización:
Para las empresas, el principal reto es mantener control documental impecable. Los errores más frecuentes son:
Estos errores pueden derivar en multas y créditos fiscales, conforme al CFF, artículo 83.
Los despachos contables y las PyMEs pueden anticiparse a las revisiones electrónicas mediante:
El SAT, en su portal, recomienda a los contribuyentes contar con sistemas electrónicos que permitan el resguardo y conciliación de CFDI.
CONTPAQi Analiza® permite validar CFDI en segundos, asegurando que cada comprobante cumpla con los requisitos fiscales establecidos en el CFF y la RMF 2025. Además, facilita la conciliación automática de declaraciones, reduciendo el riesgo de discrepancias que podrían derivar en revisiones electrónicas y multas.
Otro beneficio es la posibilidad de generar reportes preventivos, que brindan al contador y al empresario una visión clara de posibles riesgos fiscales antes de que sean detectados por el SAT. Esta capacidad de anticipación convierte a CONTPAQi Analiza® en la mejor inversión para quienes buscan tranquilidad y certeza en el cumplimiento tributario.
Finalmente, para los despachos contables, la herramienta representa una ventaja competitiva: no solo agiliza procesos internos, sino que también permite ofrecer un servicio de mayor valor a sus clientes, garantizando que estén preparados ante cualquier revisión electrónica automatizada.
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