El pasado 25 de junio, en conferencia de prensa, la Jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Margarita Ríos-Farjat, presentó los resultados de una investigación realizada sobre las empresas que venden facturas electrónicas por operaciones simuladas o inexistentes.
De acuerdo con los datos de la exposición, del 2014 a la fecha fueron identificadas en el país 8, 204 empresas que facturas operaciones simuladas y que han generado 8 millones 827 mil 390 facturas falsas por un monto aproximado de 1.6 billones de pesos. Esto, arrojó la investigación del SAT, supone una evasión fiscal de 354 mil 512 millones de pesos.
Este monto representa 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con la autoridad fiscal.
La jefa del SAT también reveló que 60% de las empresas están identificadas por el organismo como facturadoras de operaciones simuladas (EDOS) se concentran en 9 estados de México; siendo los de mayor incidencias:
Una factura electrónica falsa es igual a cualquier Comprobante Digital por Internet (CFDI). De inicio es válida porque cuenta con todos los elementos formales y autorizados de todas las facturas.
Lo que la hace falsa, de acuerdo con el SAT, es su contenido; el cual, de inicio se presume verdadero y por lo mismo las transacciones bajo esta situación consiguen tener efectos fiscales. Sin embargo, hasta que la autoridad fiscal revisa las facturas, o CFDI, que detecta que la operación es simulada y que no existe.
En el mundo contable, las operaciones simuladas tienen el nombre de EFOS y justamente hace referencia a las empresas que facturan operaciones simuladas.
Quienes recurren a esta práctica, colocan en el mercado comprobantes digitales (CFDI) para amparar operaciones que no existen o que no corresponden a lo facturado; y esto sucede dentro del sistema fiscal y financiero.
Principalmente, tienen un impacto fiscal: esencialmente se busca evadir impuestos y en situaciones más graves su objetivo está relacionado con el lavado de dinero.
Respecto a los efectos fiscales, la Jefa del SAT, Margarita Ríos-Farjat, expuso que el contribuyente que deduce una factura falsa erosiona su base gravable del Impuesto Sobre la Renta (ISR); incluso, puede generar pérdidas que provocarían que no pagara ISR en varios periodos.
En relación al Impuesto de Valor Agregado (IVA), la agresión al fisco es más fuerte porque:
Hay que saber que el dinero registrado en las facturas falsas no necesariamente es inexistente, porque puede estar relacionado a los siguiente:
Si la transacción no existe, ¿también el dinero? No necesariamente porque la factura puede referir a:
Para los contribuyentes, la autoridad fiscal da las siguientes recomendaciones para evitar caer en operaciones simuladas (EFOS) o recibir facturas falsas: